Hace tiempo que la protección de redes y sistemas no era fácil. Cada día, la seguridad de TI se vuelve más y más compleja que simplemente aplicar parches, adoptar las actualizaciones más recientes y confiar ciegamente en la segmentación de la red. Por lo tanto, hay que ir más allá y la supervisión de la red complementa esta tarea.
Dado que nuestros sistemas de información siempre están bajo la amenaza silenciosa de los ciberdelincuentes (su negocio prácticamente está irrumpiendo en el nuestro), por lo general es solo cuestión de tiempo para que identifiquen nuevas brechas de seguridad o inventen nuevas formas de lograr su propósito: acceder a nuestros datos confidenciales. En este esfuerzo, han surgido numerosos programas maliciosos destinados a atacar los terminales.
Muchas empresas descubren que alguien ha infringido sus sistemas de seguridad una vez que el caballo se ha escapado y se topan con un mensaje de rescate en sus pantallas. Lo peor es que los ciberdelincuentes saben cómo esconder y borrar sus huellas una vez que han accedido a una red.
Por esta razón, debemos pensar e idear un plan completo que abarque: 1) la seguridad del hardware; 2) la seguridad del software y 3) la seguridad de la red. Asimismo, dicho plan también debe contemplar y combinar técnicas activas y pasivas en la monitorización de la red; y acciones reactivas y complementarias para que sea perfecto.
Si bien es cierto que la segmentación de la red añade una capa adicional de protección, la seguridad preventiva aún exige otra tarea: saber cómo y cuándo se produjo el ataque para evitar nuevos avances.
En primer lugar, necesita una acción adicional para detectar cualquier incursión en sus redes: la supervisión continua de la red. A través de él, detectarás cualquier comportamiento irregular en el tráfico de tu red.
Supongamos que un ciberdelincuente logra abrirse paso a través de su red simulando a un usuario auténtico y autorizado. Sin embargo, en algún momento, muestra un comportamiento atípico en la red. Este es el movimiento que aprovechan los sistemas de monitorización de redes para detectar diferencias en el comportamiento habitual de todos los usuarios.
Entonces, es evidente que la eficacia de los sistemas de monitoreo de redes se basa en conocer los patrones de comportamiento y rutinas de cada usuario de nuestras redes. Solo así podremos detectar cualquier actividad maliciosa.
Por lo tanto, los administradores de TI y de redes deben tener claros ciertos conceptos para aplicar una correcta monitorización de la red. En cualquier caso, la diferencia entre la monitorización de la red y la gestión de la red es sencilla: con la monitorización de la red obtenemos una visión básica del estado actual de la red y de las interacciones del usuario con ella. Con la administración de la red obtenemos una visión integral y usted puede tomar medidas para resolver los problemas de la red.
Como ya sabe, la red es uno de los elementos más importantes a la hora de prestar servicios. Entonces, mantener la integridad de la red exige aplicar la supervisión de la red y, para ello, debemos conocer los parámetros básicos que nos permiten entender los mensajes alojados.
A continuación, los equipos de comunicación generan mensajes dirigidos al servidor central donde se almacenan para su posterior revisión. Asignan las alarmas y otra información sobre el estado del equipo. A continuación, a partir de esta información, puede configurar una alarma que indique, por ejemplo, los intentos fallidos de conexión a la web tras varios intentos en el espacio de un minuto. De esta forma, se le avisará cuando se produzca una situación anormal que impida el correcto funcionamiento de su red y, posteriormente, podrá tomar las medidas correctivas oportunas.
Además, el ancho de banda mide la cantidad de datos que se pueden enviar a través de una conexión de red en un tiempo determinado. Esta medida se expresa en bits por segundo (Bps), kilobits por segundo (Kbps), megabits por segundo y hasta gigabits (Gbps) y terabits por segundo (Tbps). A partir de estas mediciones, determinamos la velocidad de la red. De esta forma, sabrá si se está produciendo una actividad anormal en sus redes que ocupe su ancho de banda en un porcentaje superior al 90%. La congestión y las conexiones lentas son un buen indicador. Para monitorizar la red a partir de su comportamiento, utilizamos un software especializado que tiene la capacidad de medir el ancho de banda y saber dónde se producen los mayores cuellos de botella. Por supuesto, esta herramienta nos ayudará a capturar información, medir el ancho de banda y emitir alarmas.
Ahora, si desea aprovechar todas las ventajas de la supervisión avanzada de redes, lo ideal es que adquiera un software sólido que le permita avanzar hacia una administración de red avanzada. Esto es lo que debe buscar en este tipo de software:
Repetimos: es importante proteger nuestras redes más allá de las prácticas de seguridad estándar (actualizaciones, parches, antivirus y segmentación de la red); esto significa que, paralelamente, debemos monitorear nuestras redes de forma activa y pasiva.
Todos ya estamos prevenidos: los ciberdelincuentes siempre están buscando nuevas brechas de seguridad; por eso crean formas más sofisticadas de sortear las barreras que protegen su red para tener acceso total a la información dentro de su red y salirse con la suya.
La aplicación de una supervisión constante de la red que active alarmas de prevención en caso de comportamiento inusual ayuda a detectar anticipadamente cualquier ataque y a proteger mejor nuestros datos confidenciales.
Recuerde que las interrupciones del servicio de red se traducen en pérdidas económicas considerables. Dispone de los medios adecuados para evitar que lleven a sus clientes a buscar otras opciones de servicio. Póngase en contacto con nosotros aquí y avance más rápido que las amenazas.