Si hay algo indispensable en el mundo contemporáneo, es la comunicación digital. No solo se desarrollan más y mejores aplicaciones de mensajería y comunicación a diario. Los mecanismos de seguridad son mejores y están diseñados para proteger nuestros datos personales. El mecanismo de seguridad que comprobaremos hoy es el cifrado de extremo a extremo. Esto mantiene la información personal en secreto para que nadie pueda acceder a nuestros datos confidenciales.
En el cifrado de extremo a extremo, solo los usuarios que mantienen una comunicación activa pueden acceder a los mensajes. Esta práctica impide que los espías, incluidos los proveedores de Internet, accedan a las claves para descifrar una conversación. Este tipo de sistema evita cualquier intento de vigilancia, robo o alteración de datos. Esto se debe a que ningún tercero puede descifrar los datos que se comunican o almacenan. Si su empresa cuenta con un cifrado de extremo a extremo, los mensajes de texto de sus clientes están seguros. Esto aumenta el nivel de protección, confianza y confidencialidad de sus proyectos. Desde 2016, los sistemas de comunicaciones basados en servidores no incluyen el cifrado de extremo a extremo. Esto no garantiza la protección de las comunicaciones entre los clientes y sus servidores. Significa que los usuarios deben «confiar» en las aplicaciones que generan los mensajes originales y guardar esa información, lo que hace que sea accesible. La seguridad del cifrado consiste en que reduce la cantidad de partes que pueden interferir. En el caso de la mensajería instantánea, los usuarios pueden instalar un cliente de terceros para utilizar el cifrado de extremo a extremo.
Uno de los aspectos más destacados del cifrado es la forma en que funcionan las claves. Tomemos, por ejemplo, el caso de WhatsApp. Han implementado el cifrado de extremo a extremo durante algunos años para proteger sus conversaciones. La forma en que funciona este cifrado es sencilla. El almacenamiento de las claves de conversación se realizaba en un servidor centralizado administrado por WhatsApp. Ahora, funciona almacenando esas claves de cifrado en el dispositivo de cada usuario. De esta forma, ninguna persona ajena a la conversación puede interceptar las claves. Además, se protegen mediante un protocolo que emite una nueva contraseña para cada mensaje nuevo. Ni siquiera el personal de WhatsApp tiene acceso a esas comunicaciones. La única forma de obtener nuestras conversaciones es que alguien se lleve nuestro dispositivo, donde se produce el mecanismo de descifrado de la información. Este protocolo de cifrado de extremo a extremo evita que terceros accedan al código fuente. Incluso si se filtran las claves de cifrado del dispositivo de un usuario, no funcionan. No pueden descifrar los mensajes enviados o anteriores al momento de la violación de la privacidad.
Lo que debemos tener en cuenta es que Internet se ha convertido en la base de datos más grande del mundo. Es por eso que todos los días nos esforzamos por mejorar la forma en que protegemos dichos datos. Ha habido un aumento significativo de los piratas informáticos, el espionaje digital y muchos otros problemas. Esto ha llevado a los desarrolladores a mejorar los sistemas de defensa para hacer que la comunicación sea más segura.
Ahora que entendemos cómo funciona, debemos entender cómo puede fallar. El cifrado de extremo a extremo no es infalible y debemos saber cómo protegernos de los ataques.
Si bien el cifrado garantiza que los datos transferidos permanezcan seguros, hay formas de evitarlo. Un pirata informático podría, en lugar de intentar romper el cifrado, hacerse pasar por uno de los destinatarios. De esta forma, el cifrado de los mensajes genera claves para el atacante. Tras descifrar el mensaje, se puede volver a cifrar con una nueva clave compartida con los destinatarios reales.
Algunas empresas pueden generar «puertas traseras» para su software. Esto les permite detener la negociación de la clave o evitar el cifrado. Es un método «secreto» y, en muchos aspectos, ilegal, mediante el cual las empresas garantizan el acceso a la información. En 2013, por ejemplo, Skype tenía una puerta trasera. Permitió a Microsoft entregar los mensajes de sus usuarios a la NSA. Todo esto incluso con mensajes cifrados.
Una de las formas más seguras de proteger nuestros mensajes es confiar en un software de seguridad para el cifrado de extremo a extremo, como Bomgar Vault. Se trata de la tecnología que utiliza los servicios de soporte remoto, cifrado y seguridad digital para proteger los activos y activos, así como herramientas como el escritorio remoto y la gestión de claves. Si está interesado en recibir más información sobre esta herramienta, no dude en ponerse en contacto con nosotros. En GB Advisors ofrecemos lo mejor del mercado y le ofrecemos un equipo de profesionales dispuestos a asesorarlo y acompañarlo en su camino hacia un entorno de TI más eficiente.