Muchas organizaciones invierten millones en herramientas para mejorar la atención al cliente y otros tantos en operaciones de TI. Sin embargo, los resultados no siempre reflejan esa inversión. ¿Por qué?
Porque esos dos mundos —el de la gestión operativa de TI (ITOM) y el de la atención al cliente— todavía funcionan de forma aislada.
La desconexión entre lo que sucede en el backend (infraestructura, sistemas, disponibilidad) y lo que el cliente experimenta en el frontend (soporte, servicio, resolución de problemas) genera cuellos de botella, experiencias fragmentadas, costos elevados y pérdida de tiempo.
La pregunta no es si debes integrar ITOM y atención al cliente. La pregunta es: ¿cuánto está costando no hacerlo?
Los equipos de ITOM se enfocan en mantener los sistemas críticos funcionando, monitorear la infraestructura, automatizar respuestas ante incidentes, y asegurar que las aplicaciones estén disponibles.
Por otro lado, los equipos de atención al cliente están en la primera línea, recibiendo reclamos, reportes de fallas y solicitudes de soporte.
Cuando estos equipos no están conectados, ocurren cosas como estas:
Este enfoque fragmentado afecta tanto al cliente como al negocio: el cliente se frustra, el equipo de soporte se desgasta, y los equipos de TI dedican tiempo a tareas que podrían haberse automatizado o evitado.
Una integración efectiva transforma completamente la prestación de servicios. Imagina esto:
Resultado: menos fricción, más velocidad, mejor experiencia.
Ya no se espera a que el cliente llame. Las alertas del sistema se traducen en acciones inmediatas, incluso antes de que el usuario note el impacto.
Los equipos no duplican esfuerzos. Se eliminan tareas manuales como la creación de tickets, el traspaso de información y las escalaciones innecesarias.
No todos los incidentes tienen el mismo impacto. Una buena integración permite visualizar qué eventos técnicos están afectando a los clientes en tiempo real, para actuar con base en prioridad real y no supuestos.
Si una incidencia afecta a 100 usuarios, no se generan 100 tickets. Se genera uno solo, se notifica a los clientes, se actualiza el estado automáticamente, y se cierra cuando se resuelve.
Los dashboards integrados permiten saber qué pasó, cuándo, quién actuó y cuál fue el resultado, tanto para TI como para atención al cliente. Eso permite medir, mejorar y justificar decisiones.
Integrar ITOM y atención al cliente no se trata solo de conectar dos sistemas, sino de repensar cómo fluyen los servicios dentro de tu organización. Estos son los componentes clave:
Los equipos deben poder acceder a los mismos datos en tiempo real: alertas, tickets, estado de incidentes, disponibilidad de servicios, etc.
Desde la creación de tickets hasta las notificaciones al cliente y la resolución de incidentes, muchos pasos pueden automatizarse para ganar velocidad y precisión.
No basta con recibir alertas. La plataforma debe ser capaz de correlacionar eventos, identificar causas raíz y evitar el “ruido” que satura los equipos.
Cada incidente o solicitud debe seguir un camino lógico, con reglas definidas, asignaciones automáticas y escalaciones dinámicas según el impacto.
El uso de múltiples herramientas desconectadas impide la colaboración. Se necesita una plataforma única que sirva tanto a TI como a servicio al cliente.
Aquí es donde ServiceNow se vuelve relevante.
ServiceNow ofrece una plataforma unificada que conecta todas las áreas de tu organización. No se trata solo de integrar, sino de orquestar todo el ciclo de vida del servicio, desde la detección hasta la resolución, con foco en la experiencia del cliente.
Con ServiceNow, puedes:
Lo más importante: no necesitas rediseñar todo desde cero. Puedes integrar ServiceNow con tus sistemas existentes, escalar progresivamente, y comenzar a ver resultados tangibles desde el primer mes.
Una buena experiencia para el cliente no empieza en el momento en que levanta el teléfono. Comienza cuando tu operación está preparada para actuar con anticipación, agilidad y coordinación.
Integrar ITOM con atención al cliente no es solo una mejora técnica. Es una estrategia para acelerar la prestación de servicios, reducir el desgaste operativo y aumentar la confianza del cliente.
¿Quieres saber cómo aplicar este enfoque en tu empresa, con tus herramientas actuales o explorando nuevas posibilidades como ServiceNow? Podemos ayudarte a identificar los puntos de mejora y construir un flujo de trabajo que funcione para tu equipo y tus clientes. ¡Contáctanos!