A mediados de la década de 1980, la Organización de Comercio Británica comenzó a producir una serie de libros relacionados con la gestión de los servicios de TI. Esto, con el fin de captar su experiencia en el área y proponer buenas prácticas para llevar a cabo esta tarea.
Estas publicaciones dieron lugar a lo que ahora se conoce como el marco ITIL, un enfoque fundamental para el sector financiero. Estos son los puntos clave del marco ITIL para la banca actual.
El marco ITIL (Biblioteca de infraestructura de tecnología de la información) consiste en un conjunto de libros. Estos documentos estipulan las mejores prácticas para aprovechar los recursos informáticos de su empresa, a fin de mejorar su rendimiento y eficacia.
La biblioteca ha crecido y mejorado a lo largo de los años. Actualmente, tienen 12 libros. En 26 de ellos, los profesionales de TI pueden encontrar estándares para los procesos de gestión, como la estrategia del servicio, el diseño del servicio, la transición del servicio, la operación del servicio y la mejora continua del servicio.
Por lo tanto, estas publicaciones constituyen un punto de referencia a la hora de hablar sobre la gestión de los recursos de TI. Una gran ayuda en el sector financiero para optimizar los procesos operativos y mantener el rendimiento de las fintech. Principalmente porque la prioridad de ITIL no son las herramientas, sino los resultados.
Entre las lecciones aprendidas con el marco de ITIL, se destacan las siguientes prácticas de administración de TI:
El conjunto de herramientas propuesto por el marco ITIL desempeña un papel preponderante en el sector financiero. Estas contribuyen a catapultar la productividad de las empresas que lo componen. En este sentido, su uso en los bancos trae consigo una serie de ventajas, entre las que destacan las siguientes:
Al administrar el uso de la tecnología en su banco, podrá agregar valor a la experiencia de sus clientes. Esto te ayudará a marcar la diferencia porque la organización marcará la calidad del servicio y permitirá que este fluya sin problemas.
De esta manera, sus clientes y empleados harán un mejor uso de los sistemas, gracias a los diseños de interfaz intuitivos. Por lo tanto, propondrá soluciones simples, rápidas y dinámicas para los usuarios de front-end.
ITIL clasifica los equipos de trabajo en cuatro grupos principales, según sus funciones:
Esta categorización no limita la distribución de su personal. En otras palabras, esta práctica no impide que un miembro trabajador pertenezca a más de un grupo o trabaje en dos proyectos diferentes al mismo tiempo. El objetivo es distribuir las funciones y responsabilidades para obtener una mejor producción en el departamento de tecnología e impulsar los resultados.
Además, estas prácticas distribuyen el trabajo de manera equilibrada, evitan demoras, reducen el tiempo de inactividad y aceleran los procesos internos de la empresa.
A través de las prácticas de ITIL, es posible definir el rol de cada miembro del equipo. De este modo, puede mejorar el entorno de producción, ya que todo se realiza de forma secuencial, garantizando que el servicio final cumpla una serie de requisitos, entre los que se incluyen: la coordinación del diseño, la gestión de los niveles de servicio, la gestión del catálogo de servicios, la gestión de los proveedores, la gestión de la disponibilidad y la capacidad, la gestión de la continuidad de los servicios de TI y la gestión de la seguridad de la información.
El marco ITIL promueve la supervisión diaria de los sistemas y sus actividades. Como resultado, puede reducir los incidentes y la experiencia del usuario es más fluida.
Este paso se centra en garantizar que las operaciones en curso se realicen según lo esperado. Al mismo tiempo que la TI evita los problemas con los servidores, se evitan las interrupciones de la red y que los discos duros se queden sin espacio.
Para ello, estas operaciones de servicio se dividen en: gestión de eventos, gestión de incidentes, cumplimiento de solicitudes, gestión de problemas y gestión de acceso, lo que garantiza que cualquier irregularidad se pueda resolver en el menor tiempo posible.
La tecnología avanza constantemente y, para seguir siendo relevante, debe evolucionar de la mano de los cambios en su banco y su entorno técnico. Por este motivo, identificar las oportunidades en su arquitectura de TI le ayudará a realizar los cambios necesarios para mantenerse a la vanguardia.
Para lograr esto, ITIL sugiere el ciclo de Deming. Este enfoque consiste en planificar, ejecutar pruebas, revisar y especificar constantemente una estrategia.
En este sentido, el objetivo es brindar experiencias útiles a través del hardware y el software, que tengan valor para el cliente.
En resumen, el marco consiste en una serie de prácticas que, en lugar de dictar órdenes y parámetros prescriptivos sobre cómo trabajar, ofrecen soluciones que, en el sector financiero, son útiles para mejorar el servicio y superponer los resultados a las herramientas.
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